Washington, D.C. – 11 de julio de 2025
Una nueva controversia ha estallado en torno a la NFL esta semana, luego de que el presidente Donald Trump pidiera públicamente que el equipo Washington Commanders vuelva a utilizar su antiguo nombre, “Redskins”, eliminado en 2020 por considerarse ofensivo hacia las comunidades nativas americanas. La declaración, respaldada por un grupo de líderes indígenas, ha encendido nuevamente el debate sobre racismo, identidad cultural y la presión política sobre las instituciones deportivas.
Durante un mitin en Pensilvania el pasado miércoles, Trump dijo: “El nombre Redskins era parte del alma de Washington. Lo eliminaron por corrección política y eso fue un error. La gran mayoría de los nativos americanos no estaban ofendidos”. La declaración fue recibida con aplausos entre sus simpatizantes, pero ha causado un fuerte rechazo en círculos deportivos y sociales.
La polémica escaló rápidamente cuando el Native American Guardians Association (NAGA), una organización que asegura representar a sectores conservadores dentro de las comunidades indígenas, emitió un comunicado respaldando a Trump. “El nombre Redskins honraba la valentía de nuestros ancestros. Fue eliminado sin consultar a quienes realmente tienen derecho a opinar sobre el tema”, afirmó el presidente de la organización, Eunice Davidson.
El equipo, actualmente propiedad del grupo liderado por Josh Harris, emitió una breve respuesta sin mencionar directamente a Trump: “Los Washington Commanders están comprometidos con la inclusión, el respeto y el avance social. Nuestra identidad actual refleja esos valores y estamos enfocados en el futuro”. Hasta ahora, no hay señales de que la franquicia considere un nuevo cambio de nombre.
Cabe recordar que el nombre “Redskins” fue oficialmente retirado en 2020, tras años de presión por parte de organizaciones defensoras de los derechos civiles, patrocinadores como FedEx, y tras el asesinato de George Floyd, que intensificó el escrutinio sobre símbolos considerados racistas. El cambio fue celebrado por grupos como la National Congress of American Indians (NCAI), quienes hoy reiteraron su postura: “No hay ninguna circunstancia en la que ese nombre deba regresar. Es despectivo, ofensivo y anclado en estereotipos coloniales”, declaró su directora, Fawn Sharp.
Diversas figuras de la NFL también reaccionaron. El exjugador Doug Williams, el primer quarterback afroamericano en ganar un Super Bowl con Washington, dijo a ESPN: “Retroceder en esto sería como borrar todo el trabajo que hemos hecho para ser más inclusivos como liga”. Por su parte, el periodista deportivo Stephen A. Smith afirmó: “Este no es un debate sobre tradición, sino sobre dignidad humana. La NFL no puede permitirse un paso atrás con las elecciones a la vuelta de la esquina.”
El incidente ocurre en medio de una temporada baja cargada de tensión para la NFL, que también enfrenta críticas por su falta de transparencia en negociaciones laborales y por presiones de jugadores como Patrick Mahomes contra la expansión del calendario. Mientras tanto, el nombre de un equipo vuelve a colocarse en el centro de la intersección entre deporte, política e identidad.
El regreso del término “Redskins” parece improbable en el corto plazo, pero la presión política y la visibilidad que Trump le ha dado al tema aseguran que el debate seguirá siendo parte del discurso nacional en los próximos meses.