Oxnard, California — 31 de julio de 2025. La relación entre Micah Parsons, una de las figuras defensivas más prominentes de la NFL, y la directiva de los Dallas Cowboys atraviesa uno de sus momentos más tensos. Las negociaciones para renovar el contrato del linebacker estrella han escalado en intensidad, generando preocupación tanto en el vestidor como en la afición.
Durante el campamento de entrenamiento realizado en Oxnard, los aficionados recibieron al propietario Jerry Jones con gritos de “¡Paga a Micah!”, en clara muestra del descontento por la falta de avances en las conversaciones. Este acto público evidenció la presión que existe sobre la directiva para asegurar un acuerdo satisfactorio con Parsons, quien termina su contrato de novato al final de la presente temporada.
“Estamos comprometidos a trabajar con Micah y valorar su impacto en el equipo, pero las negociaciones deben ser justas y equilibradas para ambas partes”, declaró un portavoz de los Cowboys, quien prefirió mantenerse en anonimato para no afectar las conversaciones en curso.
Por su parte, Parsons ha manifestado su frustración por la lentitud del proceso, sin dejar de mostrar profesionalismo en el campo. “Mi enfoque sigue siendo darlo todo cada día. Sé lo que valgo y sé que merezco un contrato que refleje mi desempeño”, señaló el linebacker en una entrevista reciente. “Pero también entiendo que estas cosas toman tiempo”.
La tensión creció aún más cuando el reconocido periodista Adam Schefter reveló que Jerry Jones criticó el historial de lesiones de Parsons durante las negociaciones, señalando que el jugador estuvo ausente en seis juegos la temporada pasada, cifra que contrasta con los cuatro partidos oficialmente reportados. Estas declaraciones añadieron un tono personal a la disputa, lo que ha generado reacciones mixtas en la opinión pública.
“Micah es uno de los mejores defensores de la liga y ha demostrado resiliencia pese a los desafíos físicos”, comentó el exjugador y analista Troy Aikman. “Las críticas al historial médico deben manejarse con cuidado, porque afectan la percepción pública y la confianza del jugador”.
La incertidumbre sobre el futuro de Parsons con los Cowboys genera inquietud en el equipo, que depende en gran medida de su defensa para competir en la temporada 2025. Mientras las partes intentan llegar a un acuerdo, los aficionados permanecen atentos a cada movimiento, conscientes de que esta negociación podría definir el rumbo de la franquicia.