Londres, Inglaterra. — El césped de Wimbledon volverá a coronar a una nueva campeona este sábado. Ya sea la polaca Iga Swiatek o la estadounidense Amanda Anisimova, Wimbledon 2025 tendrá a su octava ganadora femenina diferente en las últimas ocho ediciones, consolidando una era de diversidad y renovación en el circuito WTA.
Desde que Serena Williams conquistó su séptimo y último título en 2016, ningún nombre se ha repetido en la placa de campeonas. Le siguieron Garbiñe Muguruza, Angelique Kerber, Simona Halep, Ash Barty, Elena Rybakina, Marketa Vondrousova y Barbora Krejcikova. Ahora, se sumará una más.
Ambas finalistas llegan como historias de resiliencia. Swiatek, exnúmero uno y ganadora de cinco Grand Slams (cuatro en Roland Garros y uno en el US Open), nunca había superado los cuartos de final en Wimbledon y llegó a dudar de su capacidad en césped. “Pensé que ya lo había vivido todo en la cancha… pero jugar bien en pasto, eso era nuevo para mí”, confesó tras arrasar en semifinales a Belinda Bencic por 6-2, 6-0.
En el otro lado, Anisimova —de 23 años— vive una temporada de resurgimiento. Luego de una pausa por salud mental en 2023 y de quedarse fuera del torneo el año pasado, regresó en plena forma para vencer a Aryna Sabalenka en semifinales. “Mucha gente me dijo que nunca volvería a la cima. Hoy demuestro que sí se puede, si te priorizas”, afirmó.
Chris Evert, leyenda del tenis y tres veces campeona en Wimbledon, explicó parte del fenómeno: “El talento en el circuito femenino es más profundo que nunca. Además, la transición del polvo de ladrillo al césped es rápida y complicada”.
Para Swiatek, la oportunidad de ganar en una superficie que se le resistía es un nuevo desafío; para Anisimova, el sueño de un regreso completo. El All England Club verá el sábado una nueva historia grabada en su historia centenaria.