Naomi Osaka, regresó este lunes a las canchas con una victoria en la primera ronda del ASB Classic de Auckland, después de una ausencia de casi tres meses. Su regreso al circuito fue marcado por una sólida victoria ante la clasificada Lina Glushko, quien no pudo evitar la derrota por 6-4, 6-4 en un duelo que resultó competitivo.
Osaka, quien no jugaba desde octubre debido a una lesión en la espalda sufrida en el Abierto de China, demostró que su tiempo fuera no mermó su nivel de juego. La japonesa mostró su potencia habitual en el servicio, una notable agresividad en los golpes de fondo, sobre todo en su revés, y una gran concentración en la cancha.
Durante el primer set, el partido se vio interrumpido en varias ocasiones, incluida una pausa más larga cuando Glushko tuvo que abandonar la cancha por problemas físicos. A pesar de los retrasos, Osaka se mostró serena y centrada. “Escuché muchos gritos, y luego me dijeron que había protestas. No tenía idea del marcador la mayor parte del tiempo. Solo intentaba mantenerme enfocada, pensar en un punto a la vez y no dejarme desanimar”, comentó la japonesa tras el encuentro.
En su regreso, Osaka contó con el apoyo de su nuevo entrenador, Patrick Mouratoglou, quien anteriormente trabajó con la legendaria Serena Williams. “Creo que Lina es una oponente increíble. Nunca antes había jugado contra ella”, dijo Osaka, destacando que le resultó positivo haber tenido que luchar para avanzar en la primera ronda del torneo.