Iga Swiatek ofreció una reflexión sobre su estado emocional en los últimos meses, señalando que ha enfrentado momentos difíciles, incluida una suspensión por dopaje, la posibilidad de no recuperar el número uno del mundo y un periodo en el que pasó tres semanas llorando a diario. A través de una publicación en redes sociales, la tenista polaca abordó las críticas que ha recibido recientemente, en particular tras un incidente en Indian Wells en el que golpeó una pelota con frustración y casi impacta a un recogepelotas. Swiatek explicó que su intención nunca fue lastimar a nadie y que inmediatamente se disculpó, pero se mostró sorprendida por la dureza de los juicios en su contra.
La jugadora también habló sobre la presión que enfrenta y cómo los estándares de evaluación parecen cambiar constantemente. Señaló que cuando juega con una actitud serena la llaman “robot”, pero cuando expresa emociones en la cancha la califican de “inmadura o histérica”. Destacó que hace apenas seis meses sentía que su carrera estaba en riesgo y que atravesó una crisis personal que la alejó de la cancha.
Swiatek recordó su caso de dopaje del año pasado, cuando una prueba fuera de competición detectó la sustancia prohibida trimetazidina. La Agencia Internacional de Integridad del Tenis aceptó su argumento de que el resultado se debió a una contaminación involuntaria por el consumo de melatonina, lo que la llevó a cumplir una suspensión de un mes. La polaca explicó que esta situación le impidió luchar por los objetivos más importantes de la temporada y que tuvo que reorganizar su mentalidad para seguir adelante.
Pese a los desafíos, aseguró que continuará enfocada en su propio camino y cerró su mensaje con una frase clara: “Nos vemos en Miami”.