Rafael Devers fue claro y contundente. El bateador designado de los Medias Rojas de Boston descartó la posibilidad de asumir la primera base tras la lesión de Triston Casas y dejó entrever su molestia con la directiva del club por plantearle un nuevo cambio de posición.
“Ellos me pusieron otra posición en el ‘spring training’. Se ve muy feo que me pidan jugar en otra posición ahora”, declaró el dominicano este jueves, luego de conectar un jonrón y remolcar dos carreras en la victoria 5-0 sobre Texas.
La baja de Casas —fuera por el resto de la temporada tras romperse el tendón de la rodilla izquierda y someterse a cirugía— dejó un hueco en la inicial que Boston intenta cubrir con Romy González y Abraham Toro. Pero Devers no será una opción.
“No me puedo adaptar como cualquier otro pelotero a una posición. Si es primera base, saben que no voy a jugar de una vez. No es una buena decisión. No se ve bien”, insistió el tres veces All-Star, visiblemente incómodo con el manejo del equipo.
El dominicano también apuntó contra Craig Breslow, director de operaciones de béisbol de los Medias Rojas, por no prever esta situación. “No sé qué le pasa a esa persona conmigo”, dijo. “Ellos mismos me quitaron de una posición, me dijeron que botara mi guante que no iba a jugar (tercera base). Es algo sin sentido”.
Devers, que fue desplazado a bateador designado tras la llegada de Alex Bregman para ocupar la antesala, reafirmó que no planea ceder ante la petición del club, ni siquiera si el rendimiento en primera base continúa siendo bajo.
“Yo soy un poquito terco y creo que esta vez no puedo cambiar mi mentalidad”, sentenció. Su mensaje fue tajante: “Que hagan su trabajo, que busquen otro pelotero. Esa sería la mejor decisión”.