La temporada 2025 de la Fórmula 1 no solo se ha visto sacudida por accidentes y decisiones técnicas polémicas. Esta vez, el centro de atención es la supuesta manipulación de las comunicaciones por radio entre los pilotos y sus equipos, una práctica atribuida a la FOM (Formula One Management) y que ha desatado una tormenta de críticas dentro y fuera del paddock.
El caso más reciente ocurrió tras el Gran Premio de Arabia Saudita, cuando la transmisión televisiva internacional reprodujo un mensaje entre Max Verstappen y su ingeniero Gianpiero Lambiase, en el que el piloto neerlandés supuestamente decía: “F***** useless”*. Sin embargo, días después, se filtró el audio completo sin edición, donde Verstappen en realidad afirmaba de manera relajada: “bloody lovely”, en referencia a una estrategia de carrera que consideró correcta.
“Eso no fue lo que dije. Me están haciendo ver como alguien que pierde el control, cuando no fue así”, declaró Verstappen a Ziggo Sport. “Manipular la percepción del público de esta manera es totalmente inaceptable. Quieren drama a costa de nuestra imagen”.
El trasfondo técnico y mediático
En los últimos años, la FOM ha sido responsable de administrar los paquetes de transmisión y contenido para más de 150 países. Desde 2018, con la creciente integración de gráficos, sonido envolvente y edición en tiempo real, ha habido un aumento en la intervención directa en lo que se transmite de las radios. Esto incluye “cortes dramáticos”, silencios añadidos o incluso —según denuncias— empalmes entre frases de distintos momentos.
El ingeniero de pista de Mercedes, Peter Bonnington, ya había alertado sobre esta práctica en 2023:
“Hay momentos en los que veo las transmisiones y pienso: ‘Eso no salió así en directo’. Cambian el orden de las cosas para crear tensión”.
No es la primera vez
Esta no es la primera vez que la manipulación de comunicaciones genera controversia. En 2021, durante el dramático final en Abu Dabi entre Verstappen y Hamilton, varios mensajes de radio entre la FIA, Red Bull y Mercedes se publicaron fuera de contexto, provocando dudas sobre la imparcialidad de la dirección de carrera. La FIA prometió más “transparencia”, pero no modificó el control editorial de la FOM sobre el audio público.
En 2022, Fernando Alonso también se quejó públicamente tras el GP de Hungría:
“Usaron una radio mía fuera de tiempo. Quisieron hacerme parecer irónico, pero fue una respuesta técnica. No es justo. Esto ya parece Netflix, no F1”.
Implicaciones para la integridad del deporte
Organismos como la GPDA (Grand Prix Drivers’ Association) han pedido que los equipos tengan mayor control sobre qué partes de sus comunicaciones pueden ser utilizadas, alegando que este tipo de manipulaciones afectan la reputación y el estado mental de los pilotos.
El periodista británico Will Buxton afirmó en su canal de YouTube:
“La televisión tiene el poder de editar, sí. Pero en un deporte donde cada detalle cuenta, alterar el audio o el tono puede transformar completamente cómo el público ve a un piloto. No es ético”.
La polémica plantea una interrogante fundamental: ¿hasta qué punto debe permitirse que la FOM altere contenidos en busca de dramatismo televisivo? La línea entre narración atractiva y desinformación parece haberse cruzado, afectando la credibilidad de un deporte que presume ser el más tecnológico y transparente del mundo.
Datos históricos relevantes
- Desde 2017, con la llegada de Liberty Media como dueña de los derechos de la F1, el enfoque en lo narrativo y cinematográfico ha aumentado, especialmente con el éxito de Drive to Survive.
- En 2020 y 2021, más de 21 millones de espectadores vieron contenidos manipulados con música o diálogos fuera de contexto, según la BBC.
- El 75% de los pilotos encuestados por The Race en 2023 afirmaron que han sido malinterpretados por mensajes editados por televisión.
Reacciones en redes y posibles acciones
La afición se dividió: mientras algunos exigen que se mantenga el entretenimiento, otros piden un “modo sin filtro” o transmisión sin edición. En Reddit, la comunidad r/formula1 acumuló más de 4,000 comentarios en menos de 24 horas tras el incidente con Verstappen. La FIA aún no ha emitido comunicado oficial.
Se rumorea que algunos equipos evalúan enviar una queja conjunta solicitando que las radios sean transmitidas en tiempo real y sin edición, al menos en plataformas digitales.
La Fórmula 1 enfrenta una encrucijada: continuar priorizando el espectáculo televisivo o preservar la fidelidad y el respeto hacia quienes compiten al límite. Lo que comenzó como una herramienta de conexión con la afición podría convertirse en una nueva fuente de distorsión. En palabras de Verstappen:
“No somos actores. Somos pilotos. No jueguen con nuestras voces”.