Mónaco — 11 de agosto de 2025. Durante una entrevista concedida en su residencia en Mónaco, Max Verstappen dejó entrever un creciente malestar con la dirección técnica y estratégica de Red Bull Racing, generando incertidumbre sobre su futuro en la escudería austríaca.
El piloto neerlandés, tres veces campeón del mundo con Red Bull, fue claro al expresar que no se siente completamente escuchado dentro del equipo. “No estoy aquí para seguir a ciegas decisiones que no comparto. Quiero tener voz, especialmente cuando veo que podríamos ir en una dirección más competitiva”, dijo al ser consultado sobre la evolución del monoplaza en la presente temporada.
El ambiente dentro de Red Bull se ha tornado tenso desde que el equipo perdió su ventaja frente a Ferrari y Mercedes en las últimas carreras. Verstappen profundizó en el tema y afirmó: “Hay momentos en los que no siento que mi opinión sea valorada como debería. He ganado mucho con este equipo, pero eso no significa que deba quedarme callado”.
Estas declaraciones se producen en un momento especialmente delicado para la escudería. La marcha de figuras clave del área técnica, junto a los rumores sobre desacuerdos internos, han alimentado especulaciones sobre una posible salida del piloto al término de la temporada 2025 o incluso antes del arranque de la nueva normativa en 2026.
Desde Red Bull intentaron calmar las aguas. El jefe de equipo, Christian Horner, respondió con cautela: “Max es un competidor feroz y quiere ganar. Siempre valoramos su feedback, aunque a veces no coincidamos en todo”. Sin embargo, evitó hablar sobre posibles tensiones contractuales o cláusulas de salida.
Diversos analistas creen que Verstappen estaría preparando el terreno para negociar con Mercedes o Aston Martin, escuderías que han manifestado interés en contar con un piloto de su calibre para la nueva era de motores híbridos que comenzará en 2026.
Aunque su contrato con Red Bull se extiende hasta 2028, fuentes del paddock aseguran que existen cláusulas de rendimiento y compatibilidad técnica que podrían facilitar una salida anticipada. La pausa veraniega, lejos de traer tranquilidad, parece haber encendido nuevas alarmas en Milton Keynes.