Bruselas, 2 de septiembre de 2025. — La UEFA ha confirmado que mantendrá a clubes y selecciones de Israel dentro de sus competiciones oficiales, a pesar del creciente clamor internacional que exige su exclusión, en un contexto político y bélico cada vez más tenso en Oriente Medio.
El organismo rector del fútbol europeo se ampara en un criterio técnico y organizativo: ninguna federación miembro ha solicitado formalmente negarse a enfrentar a selecciones o clubes israelíes, por lo que no existe justificación legal ni deportiva para suspenderlos. Esta decisión contrasta notablemente con el tratamiento aplicado a Rusia en 2022, cuando fue vetada tras el inicio del conflicto con Ucrania.
“La diferencia fundamental es que en el caso de Rusia, varias federaciones se negaron abiertamente a competir contra sus equipos. Eso no ha ocurrido con Israel”, afirmó un portavoz de la UEFA a Cadena SER. La explicación ha generado un debate intenso en redes sociales y medios deportivos, donde se señala una aparente “doble vara de medir”.
Distintas voces del fútbol europeo han comenzado a mostrar su incomodidad con la situación. El presidente de la Federación de Fútbol de Noruega, Rune Pedersen, declaró: “No podemos permitirnos normalizar la violencia solo porque las formas de presión diplomática son distintas. El deporte también comunica valores”.
En paralelo, organizaciones de derechos humanos como Human Rights Watch han criticado lo que califican como “hipocresía estructural” en las decisiones del fútbol europeo. “La UEFA debe explicar por qué unos conflictos generan sanciones deportivas y otros no. Es un mensaje confuso para el mundo”, dijo Lydia Marín, portavoz para Europa de la ONG.
Desde Israel, la reacción ha sido de celebración mesurada. El presidente de la Federación Israelí, Oren Hasson, sostuvo que “la UEFA ha hecho lo correcto al evitar politizar el deporte. Lo que debe importar es el juego limpio y el respeto entre rivales”.
Aunque la decisión de la UEFA se mantiene por ahora firme, varias federaciones de países escandinavos, bálticos y del este de Europa han solicitado una reunión extraordinaria para revisar los criterios de admisión en torneos internacionales. De materializarse alguna objeción formal, el caso podría reabrirse en los próximos días.