LA FIA SUSPENDE A COMISARIO POR DECLARACIONES POLÉMICAS

Montreal, Canadá — Un nuevo episodio de controversia ha sacudido los cimientos de la Fórmula 1 esta semana, no en la pista, sino entre quienes se supone deben garantizar la imparcialidad del espectáculo: los comisarios. Derek Warwick, ex piloto británico y comisario de la FIA, fue abruptamente suspendido durante el Gran Premio de Canadá tras realizar declaraciones no autorizadas sobre Lewis Hamilton y Max Verstappen que han desatado una tormenta dentro del paddock.

Declaraciones fuera de control

Warwick, quien ha actuado como comisario en varias temporadas, ofreció comentarios a un medio británico días antes del GP de Canadá. En sus declaraciones, insinuó que ciertos pilotos “reciben un trato más indulgente” por parte de la FIA, mencionando específicamente a Hamilton y Verstappen. Estas palabras no solo encendieron alarmas en los equipos, sino también pusieron en entredicho la supuesta imparcialidad del cuerpo regulador.

La FIA, en un movimiento inusualmente rápido, lo relevó de sus funciones para ese fin de semana, alegando que sus comentarios violaban el código de conducta que rige a los oficiales de carrera. “Cualquier señal de parcialidad, percibida o real, daña la credibilidad del deporte”, señaló un portavoz del organismo rector.

El silencio institucional y las sospechas latentes

Aunque ni Hamilton ni Verstappen se han pronunciado oficialmente, fuentes cercanas a ambos pilotos han calificado la situación como “preocupante”, especialmente en un campeonato donde las decisiones de los comisarios pueden alterar carreras, puntos… e incluso campeonatos.

La FIA, por su parte, ha evitado referirse directamente a las acusaciones de favoritismo, centrando su mensaje en la necesidad de mantener el profesionalismo y la neutralidad de sus representantes. Sin embargo, dentro del paddock, el daño ya está hecho. Algunos equipos han comenzado a solicitar mayor transparencia en los procesos de designación y supervisión de los comisarios.

¿Cuánta independencia tienen los jueces?

El incidente con Warwick pone nuevamente bajo la lupa a la FIA y su estructura de control de carrera. La figura del comisario ha sido históricamente cuestionada por su falta de profesionalización a tiempo completo y por las rotaciones frecuentes de personal. A pesar de los avances en la estandarización de criterios, esta polémica revive los viejos fantasmas de favoritismo, decisiones incoherentes y manejo discrecional de sanciones.

Además, plantea una pregunta incómoda pero necesaria: ¿puede un deporte de talla mundial como la Fórmula 1 depender de criterios humanos tan frágiles como los de la opinión pública?

Casos similares y precedentes

No es la primera vez que la FIA enfrenta situaciones similares. En 2021, Michael Masi fue removido de su cargo como director de carrera tras su polémica gestión del GP de Abu Dabi que le dio el título a Verstappen. En 2023, el comisario Emanuele Pirro fue criticado por comentarios públicos tras sancionar a Fernando Alonso, aunque no fue sancionado formalmente.

La FIA ha respondido en cada caso con cambios estructurales: revisión de protocolos, nombramiento de comisarios permanentes y nuevas reglas de comunicación. No obstante, la controversia de Warwick muestra que, en un deporte de milésimas, los errores institucionales siguen corriendo a alta velocidad.

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