El Comité Olímpico Internacional (COI) entró en una nueva era con la elección de Kirsty Coventry como su presidenta, convirtiéndose en la primera mujer y la primera africana en liderar la organización en sus 130 años de historia. La exnadadora de Zimbabue reemplaza a Thomas Bach tras imponerse en la votación con 49 de los 97 votos disponibles.
Coventry, medallista de oro en Atenas 2004 y Beijing 2008, derrotó al español Juan Antonio Samaranch Jr., quien obtuvo 28 votos, y al británico Sebastian Coe, quien quedó rezagado con solo ocho. Otros candidatos, como el francés David Lappartient y el príncipe Feisal de Jordania, quedaron aún más atrás en la votación.
Tras su victoria, Coventry destacó la importancia de su elección en términos de diversidad e inclusión dentro del COI. “Es una señal de que somos verdaderamente globales y que estamos abiertos a la diversidad”, afirmó la exnadadora, visiblemente emocionada.
La nueva presidenta enfrenta retos significativos, incluyendo la sostenibilidad de los Juegos Olímpicos, la mejora de los derechos de los atletas y la relación con patrocinadores y federaciones deportivas. Además, deberá gestionar la estabilidad financiera del COI, que depende en gran parte de sus acuerdos multimillonarios de transmisión y patrocinio.
Sin embargo, su elección no está exenta de controversia. Coventry ha sido Ministra de Juventud, Deporte, Artes y Recreación en Zimbabue, un país con un historial de sanciones internacionales y restricciones a las libertades políticas. Sus vínculos con el gobierno han generado inquietud en algunos sectores, aunque ella ha insistido en que su liderazgo en el COI será independiente de la política.
A pesar de las dudas, su elección ha sido vista como un hito en la historia olímpica y un paso hacia una organización más inclusiva y representativa a nivel global. Coventry, sonriente tras su victoria, lo resumió en una frase: “Grecia parece ser mi amuleto de la suerte”.