El extoletero Joey Gallo ha decidido darle un giro inesperado a su carrera en las Grandes Ligas. Luego de ser liberado por los Medias Blancas de Chicago el domingo, el dos veces All-Star anunció en sus redes sociales que dejará su rol como jardinero y primera base para convertirse en lanzador.
Gallo, de 31 años, llegó a los entrenamientos primaverales de Chicago con un contrato de Ligas Menores, pero su desempeño con el bate no convenció. En nueve juegos de la Liga Cactus, apenas conectó dos hits en 20 turnos al bate y se ponchó 11 veces. Tras su salida del equipo, el mánager Will Venable afirmó que la decisión fue tomada en mutuo acuerdo y le deseó suerte en su nueva etapa como pitcher.
A lo largo de su carrera, Gallo ha sido reconocido más por su poder que por su contacto. En 10 temporadas en MLB, ha acumulado 208 jonrones, 453 carreras impulsadas y un promedio de bateo de .194, pero también ha sufrido con los ponches, registrando 1,292 en 2,869 turnos al bate. La campaña pasada, con los Nacionales de Washington, bateó para .161 con 10 cuadrangulares y 27 impulsadas en 223 turnos.
Ahora, su enfoque estará en el montículo, donde intentará revivir su carrera en Grandes Ligas desde una nueva posición.
Por otro lado, los Medias Blancas anunciaron que Sean Burke será su abridor en el primer juego en casa ante los Angelinos el 27 de marzo. Además, el prospecto Mason Adams sufrió un esguince en el flexor del codo derecho, lo que genera incertidumbre sobre su disponibilidad para la temporada.