Japón tiene en sus manos la posibilidad de convertirse en el primer equipo clasificado al Mundial de 2026 fuera de los países anfitriones. Si los Samuráis Azules vencen a Baréin este jueves en el Estadio Saitama, asegurarán su octava participación consecutiva en la Copa del Mundo.
El equipo dirigido por Hajime Moriyasu llega con una racha invicta de seis victorias y dos empates, consolidándose como el gran favorito para quedarse con uno de los boletos directos del Grupo C. En su último enfrentamiento ante Baréin, en septiembre pasado, los japoneses se impusieron con un contundente 5-0.
“Aún no hay nada decidido y debemos centrarnos en jugar con nuestras fortalezas para conseguir la clasificación”, señaló Moriyasu, quien llevó a Japón hasta los octavos de final en Catar 2022. Para este encuentro, contará con una plantilla conformada en su mayoría por jugadores que militan en el fútbol europeo, destacando Wataru Endo (Liverpool) y Kaoru Mitoma (Brighton & Hove Albion).
Mientras Japón tiene la clasificación al alcance, en el Grupo C hay una intensa disputa por el segundo boleto directo. Australia, que ha disputado los últimos cinco Mundiales, enfrenta a Indonesia en Sídney, en lo que será el debut de Patrick Kluivert como entrenador del conjunto asiático.
En otros encuentros clave, Corea del Sur podría acercarse a su onceava participación consecutiva si vence a Omán, mientras que Irán y Arabia Saudita buscan consolidar su posición. Los dos primeros equipos de cada grupo avanzarán directamente al Mundial, mientras que los terceros y cuartos deberán sortear una serie de eliminatorias para mantenerse en la pelea por un boleto.
El camino a la Copa del Mundo 2026 sigue su curso y Japón está a un solo paso de hacer historia.