Gueye desata el escándalo: agresión, roja y victoria inesperada del Everton

25 de noviembre de 2025-El partido entre Manchester United y Everton disputado en Old Trafford dejó uno de los episodios más extraños y comentados de la temporada. Durante los primeros minutos del encuentro, Idrissa Gana Gueye fue expulsado luego de abofetear a su propio compañero, Michael Keane, tras una discusión defensiva que se volvió tensa en cuestión de segundos. La escena sorprendió tanto a jugadores como a aficionados, ya que es extremadamente raro que un futbolista sea expulsado por agresión hacia un integrante de su mismo equipo.

El árbitro, que inicialmente no había visto el golpe, recibió la advertencia del VAR y revisó la acción antes de mostrar la tarjeta roja directa. Las cámaras captaron a Gueye visiblemente alterado, mientras Keane trataba de mantener la calma. La reacción de ambos jugadores generó un ambiente de desconcierto en el campo, y varios futbolistas tuvieron que intervenir para evitar que la situación escalara aún más.

A pesar del golpe anímico y la desventaja numérica, Everton logró reorganizarse y mantener su planteamiento. En una jugada colectiva bien construida, el equipo visitante consiguió marcar el gol que sellaría el triunfo por 1–0, resultado particularmente significativo ya que representó su primera victoria de liga en Old Trafford en más de una década. La disciplina quebrada dentro del equipo contrastó con la solidez defensiva que mostraron durante el resto del partido.

Tras el encuentro, el entrenador David Moyes generó aún más polémica con sus declaraciones. El técnico escocés afirmó: “Me gusta que mis jugadores se exijan entre ellos. Si uno siente que otro no está haciendo su trabajo, es normal que exista tensión”. Sus palabras dividieron a la opinión pública, especialmente porque parecían justificar las emociones que llevaron a la agresión.

No obstante, Moyes intentó matizar sus comentarios añadiendo: “Eso no significa que esté bien golpear a un compañero. Lo que pasó fue un exceso de intensidad, no un comportamiento deliberado”. Aun así, sus declaraciones fueron interpretadas de distintas maneras por analistas deportivos, algunos de los cuales consideran que el entrenador minimizó un acto que merece una condena más firme dentro del vestuario.

Horas más tarde, Gueye emitió un comunicado público en el que ofreció disculpas por su comportamiento. El mediocampista escribió: “Actué de manera impulsiva y eso no refleja lo que siento por mis compañeros ni por este club. Lamento profundamente lo ocurrido”. Michael Keane aceptó la disculpa y pidió que el equipo cerrara filas de cara a los próximos encuentros, subrayando que “el grupo está por encima de cualquier conflicto personal”.

La Federación Inglesa anunció que revisará el incidente para determinar si corresponde imponer una sanción adicional más allá de la tarjeta roja. Mientras tanto, Everton celebra una victoria clave que, a pesar del escándalo, podría marcar un punto de inflexión en su temporada.

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