Miami, Florida, 31 de julio de 2025 – Un hecho insólito empañó el encuentro entre Inter Miami y Atlas en la Leagues Cup, cuando el guardaespaldas personal de Lionel Messi, Yassine Cheuko, ingresó al terreno de juego para interceptar e incluso empujar a jugadores del equipo mexicano que se acercaban al astro argentino.
El incidente ocurrió al término del partido, cuando varios jugadores de Atlas se acercaron a Messi, aparentemente para intercambiar palabras o camisetas. En ese momento, Cheuko irrumpió en el campo y empujó físicamente a dos jugadores del equipo rojinegro. Las imágenes rápidamente se viralizaron en redes sociales y medios internacionales.
“Fue una total falta de respeto. Nosotros solo queríamos saludarlo con admiración y este sujeto nos empujó como si fuéramos delincuentes”, dijo Aldo Rocha, capitán del Atlas, en entrevista posterior al encuentro. “Nunca nos había pasado algo así”.
Las críticas no se hicieron esperar. Aficionados y periodistas cuestionaron si es apropiado que un guardaespaldas tenga permiso para ingresar al campo de juego y actuar con tanta libertad. “Estamos hablando de una competencia oficial, no de un concierto privado”, señaló el periodista deportivo David Faitelson. “Esto sienta un precedente peligroso para la autoridad de los árbitros y la seguridad deportiva”.
Por su parte, la directiva del Inter Miami no emitió una disculpa formal, aunque indicó que la intervención fue “preventiva” ante la “vulnerabilidad de una figura pública como Messi”. Sin embargo, Atlas ha solicitado una revisión del reglamento y una posible sanción al equipo estadounidense.
La organización de la Leagues Cup expresó que está “analizando los hechos” y que “se revisarán las normas de comportamiento del personal no autorizado en la cancha”. No se ha confirmado aún si Cheuko enfrentará alguna sanción.
Este episodio vuelve a poner en el ojo del huracán la figura de Messi fuera del campo y las condiciones excepcionales que rodean su presencia en la MLS. Lo que debía ser una fiesta deportiva, terminó empañada por un acto que muchos consideran innecesario y ofensivo.