Grupos conservadores demandan a los Dodgers por sus políticas DEI y desatan nueva tormenta política en la MLB

Los Ángeles, 2 de julio de 2025 — Una nueva controversia sacude al mundo del béisbol profesional. Este martes, el grupo legal America First Legal (AFL), encabezado por Stephen Miller, exasesor principal de la administración Trump, presentó una denuncia formal contra los Dodgers de Los Ángeles y su empresa matriz, Guggenheim Partners, acusándolos de mantener prácticas de Diversidad, Equidad e Inclusión (DEI) que presuntamente discriminan a empleados blancos y excluyen a las fuerzas del orden federal, en particular al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).

La queja fue presentada ante la Comisión de Igualdad de Oportunidades en el Empleo (EEOC) y, de acuerdo con el comunicado emitido por AFL, alega que los Dodgers implementan “una política sistemática de discriminación racial e ideológica”, violando la Ley de Derechos Civiles de 1964. La denuncia también incluye como agravante el hecho de que el club negó a ICE el uso de sus estacionamientos, un espacio que otras agencias federales sí han utilizado en el pasado.

“Los Dodgers, alguna vez un símbolo de integración y progreso con Jackie Robinson, han sido cooptados por ideologías que promueven la exclusión del pensamiento conservador, la fe cristiana y la identidad blanca”, acusó Stephen Miller, director de AFL. “Las políticas DEI no son más que racismo con otro nombre, y los vamos a desenmascarar”.

La respuesta de los Dodgers no se hizo esperar. En un breve comunicado difundido horas después de conocerse la denuncia, el club afirmó:

“Los Dodgers de Los Ángeles están orgullosos de su compromiso con la inclusión, la equidad y la diversidad. Negamos categóricamente cualquier acusación de discriminación. Esta organización ha estado, y seguirá estando, al servicio de todas las comunidades que conforman nuestra ciudad”.

La polémica se intensificó cuando se reveló que la queja se basa, entre otras cosas, en el uso preferente de proveedores y contratistas identificados como “minorías étnicas, mujeres o miembros de la comunidad LGBTQ+” dentro del programa de responsabilidad social de Guggenheim Partners. AFL sostiene que tales políticas perjudican a contratistas blancos o cristianos conservadores que, según la queja, “son explícitamente excluidos”.

Otro punto álgido fue la decisión del club de negar el uso del estacionamiento del Dodger Stadium a agentes de ICE, bajo el argumento de que “sus actividades pueden causar temor en las comunidades latinas locales”. Según AFL, esta postura “criminaliza a quienes hacen cumplir la ley y prioriza la ideología por encima de la seguridad nacional”.

El hecho ha provocado reacciones intensas a nivel político y mediático. El congresista republicano Matt Gaetz tuiteó que “los Dodgers deberían perder su estatus de exención fiscal si promueven la discriminación contra los estadounidenses por su raza o creencias”, mientras que la senadora demócrata Alex Padilla, de California, defendió al club: “Los Dodgers representan la diversidad de Los Ángeles. Este ataque es parte de una campaña más amplia para desmantelar los avances sociales logrados en las últimas décadas”.

Analistas legales señalan que la denuncia, aunque simbólicamente potente, enfrenta un alto umbral legal para prosperar. Sin embargo, el caso puede convertirse en un nuevo campo de batalla en la guerra cultural estadounidense, especialmente a medida que otras organizaciones deportivas y corporativas enfrentan demandas similares por sus políticas DEI.

En redes sociales, el tema se viralizó con los hashtags #BoycottDodgers y #DefendDEI, reflejando la polarización social que rodea el debate. Mientras algunos fanáticos acusan a la organización de “adoctrinamiento progresista”, otros recuerdan que fue este mismo club el que rompió la barrera racial en las Grandes Ligas hace casi ocho décadas.

Este episodio marca una nueva etapa en la creciente tensión entre el mundo deportivo y los movimientos conservadores que buscan frenar iniciativas de inclusión. Y mientras la temporada 2025 de la MLB avanza, la controversia deja claro que el diamante ya no es solo un campo de juego, sino también un escenario de disputa ideológica nacional.

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio