La Federación Italiana de Fútbol ha nombrado a Gennaro Gattuso como nuevo entrenador de la selección nacional, en un intento desesperado por evitar lo impensable: quedar fuera de una Copa del Mundo por tercera vez consecutiva.
Gattuso, campeón mundial como jugador en 2006, llega para sustituir a Luciano Spalletti, quien fue despedido tras la humillante derrota 3-0 ante Noruega en el arranque de la clasificación rumbo a 2026. Tras el rechazo de Claudio Ranieri al cargo, la federación apostó por el temperamento y carácter de Gattuso, de 47 años, pese a su modesto historial como técnico: solo ha ganado un título, la Copa de Italia con Napoli en 2020.
El contrato de Gattuso es por un año y reportes indican que percibirá 800.000 euros, con un bono adicional de un millón si logra la clasificación. La apuesta no está en sus trofeos, sino en su conocida intensidad y disciplina. Desde su renuncia y regreso exprés en el Creta griego hasta enfrentamientos acalorados en Pisa y decisiones drásticas como marginar a Ivan Perisic en el Hajduk Split, Gattuso ha forjado fama de ser directo, frontal y explosivo.
Se espera que imprima ese mismo carácter a un grupo que ha rendido más en clubes que en la Azzurra. El episodio reciente de Francesco Acerbi, quien se negó a acudir al llamado de Spalletti, sería impensable bajo el mando de Gattuso, conocido por no tolerar actos de indisciplina.
Italia, que ganó el Mundial por última vez en 2006, está en una posición crítica. Sin margen de error, necesita ganar los partidos restantes para mantener vivas sus aspiraciones rumbo a la Copa del Mundo de 2026.