La selección italiana de fútbol vive uno de sus momentos más críticos en décadas, y la Federación ha apostado por un hombre de carácter fuerte: Gennaro Gattuso. El exmediocampista campeón del mundo en 2006 fue presentado este jueves como el nuevo entrenador de la Azzurri, en reemplazo del destituido Luciano Spalletti, tras un pésimo arranque en las eliminatorias rumbo al Mundial de 2026.
“No hay mucho que decir. Hay trabajo por hacer”, dijo Gattuso con la franqueza que lo caracteriza. “Sé que no es un trabajo fácil, pero nada es fácil en la vida”.
Italia cayó 3-0 ante Noruega en su primer partido del Grupo I y ya está nueve puntos por debajo del líder, aunque con dos partidos menos. El debut de Gattuso será el 5 de septiembre contra Estonia. El grupo también lo conforman Israel y culminará con un duelo clave ante Noruega el 16 de noviembre. Solo el líder del grupo clasifica directo al Mundial; el segundo irá a un repechaje en marzo.
Gattuso, que solo ha ganado un título como entrenador (la Copa de Italia con el Napoli en 2020), llega con un estilo frontal y sin filtros. “Quiero entrar en la cabeza de los jugadores. No acepto que digan que no tenemos talento. Los tenemos, pero hay que ponerlos en condiciones de rendir”.
Uno de sus primeros mensajes fue para Federico Chiesa, a quien convocó pese a su poca actividad desde su salida de la Juventus. “Le dije que necesita encontrar la manera de jugar más regularmente”.
En contraste, Francesco Acerbi, de 37 años, no fue llamado tras haber rechazado una convocatoria previa. “Lo respeto, pero decidí llamar a jugadores más jóvenes que pueden ofrecernos algo”.
Gattuso dejó claro que quiere cambiar la cultura dentro de la selección. “Quiero que incluso los lesionados se queden en el centro de entrenamiento. Si yo hubiera escuchado a mi cuerpo, habría jugado 50 partidos menos. Hay que ir más allá de nuestros límites”.
Italia ha fallado en clasificar a los últimos dos Mundiales (2018 y 2022) y no supera una fase de grupos desde 2006. Gattuso fue parte de aquel equipo campeón y ahora espera devolverle la gloria a su país, esta vez desde el banquillo.