Barcelona y Real Madrid protagonizan este sábado una final de Copa del Rey cargada de tensión, ambición y posibles despedidas. El Estadio La Cartuja de Sevilla será el escenario del tercer clásico de la temporada, con el Rey Felipe VI como testigo de una batalla que promete más que solo el trofeo.
Para el Barcelona, el duelo representa la primera gran prueba en el camino hacia un posible triplete en la temporada debut de Hansi Flick como entrenador. Con La Liga encaminada y la semifinal de Champions League ante el Inter de Milán a solo tres días, levantar la Copa podría ser el impulso anímico definitivo.
“Queremos luchar por todos los títulos posibles”, declaró Flick en la previa. Sin embargo, el técnico alemán deberá resolver cómo suplir al lesionado Robert Lewandowski, quien suma 40 goles esta campaña. Ferran Torres, con cinco goles en la Copa, se perfila como titular, aunque también se valora la opción de un falso nueve con Dani Olmo.
Por su parte, el Real Madrid se aferra a la Copa como su mejor esperanza de cerrar la temporada con un título, tras quedar fuera de la Champions y mantenerse a cuatro puntos del Barça en La Liga. Además, el partido podría marcar la despedida de Carlo Ancelotti, quien es señalado como posible nuevo seleccionador de Brasil.
El historial reciente favorece claramente al conjunto culé, que ha goleado al Madrid en sus dos enfrentamientos anteriores esta temporada: 4-0 en Liga y 5-2 en la Supercopa.
La final de 2024 será la primera entre ambos gigantes desde 2014. El Barça busca su Copa número 32, mientras que el Madrid, con 20, intentará cortar la sequía. Entre bajas sensibles y la presión de ganar, el clásico promete emociones fuertes para definir al nuevo campeón de la Copa del Rey.