A Efraín Juárez le bastaron solamente cuatro meses para emular una hazaña pocas veces vista en el futbol colombiano al ganar los dos títulos locales, la Liga y la Copa Colombia. El mexicano llegó al Atlético Nacional en medio de la incertidumbre con la crítica dirigida a su falta de experiencia como entrenador y ahora entró en la historia de uno de los clubes más importantes del continente.
Juárez se forjó como auxiliar en equipos como New York City FC y el Standard de Lieja, pero no había dirigido un plantel de manera formal hasta que los Verdolagas le dieron el voto de confianza en agosto, sin embargo los siguientes meses fueron complicados para lidiar con situaciones extra cancha.
Desde la filtración videos de algunos jugadores de fiesta tras un partido contra hasta sanciones en la estación de policía de Medellín por las criticas a sus festejos dentro del campo. El estratega mexicano recibió el respaldo de la directiva, cerrando su vestidor y culminando con el tercer doblete en la historia del balompié colombiano tras lo logrado por Millonarios en 1952 y Atlético Nacional en 2013.
En una entrevista con WIN, Juárez reveló la magnitud de lo vivido durante esos meses. “Fueron cuatro meses de no dormir, de llorar. Lloraba por injusticias, pero siempre me las guardé”, comentó, dejando en claro que, más allá de los logros deportivos, el camino fue arduo y emocionalmente desgastante.
Con este título, Efraín Juárez no solo logró una histórica hazaña con Atlético Nacional, sino que también se consolidó como uno de los entrenadores a futuro, dando un paso hacia el frente en una nueva generación de directores técnicos mexicanos que pocas veces salen del país en busca de oportunidades.
No me extrañan sus logros, tiene la casta y garra PUMA. Le deseo mayores éxitos y que piense mucho en dirigir aquí en México, no lo sabrán valorar