El joven receptor de los Vikings enfrenta consecuencias legales y disciplinarias tras conducir bajo influencia de alcohol
MINNEAPOLIS — El futuro brillante de Jordan Addison, receptor de los Minnesota Vikings, se ha visto empañado por una decisión que podría costarle más que partidos: su credibilidad y reputación en la NFL. El joven talento de 23 años aceptó esta semana un acuerdo judicial tras ser arrestado en julio de 2024 por conducir bajo los efectos del alcohol, y se prepara ahora para una probable suspensión bajo la política de conducta personal de la liga.
La detención ocurrió en el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles (LAX), donde Addison fue sorprendido con un nivel de alcoholemia superior al permitido, luego de haber acelerado de manera temeraria cerca de una zona peatonal. Según el informe policial, el receptor “mostraba claros signos de embriaguez” y fue detenido sin incidentes, aunque el suceso causó impacto inmediato en la organización.
“Cometí un grave error. Asumo toda la responsabilidad por lo ocurrido“, declaró Addison en un comunicado publicado por su agente. “Estoy comprometido con mejorar como persona, dentro y fuera del campo”.
Aunque la corte californiana acordó una reducción de cargos como parte del trato judicial —evitando prisión—, la NFL aún evalúa aplicar una sanción de tres partidos de suspensión, de acuerdo con fuentes cercanas a la liga. El comisionado Roger Goodell se limitó a decir que “el caso está siendo revisado bajo los protocolos estándar del Código de Conducta”, sin ofrecer un calendario para la resolución.
Addison, quien fue seleccionado en la primera ronda del Draft 2023, firmó un contrato por cuatro años y más de $13 millones, y tuvo una destacada temporada como novato, superando las 900 yardas por recepción y marcando 9 touchdowns. Su química con el mariscal de campo Kirk Cousins lo posicionó como uno de los receptores más prometedores de la NFC Norte.
“Este no es el tipo de conducta que esperamos de nuestros líderes jóvenes“, comentó Kevin O’Connell, entrenador en jefe de los Vikings. “Jordan tiene que aprender que cada acción suya repercute sobre sus compañeros, su franquicia y su comunidad”.
La noticia llega en un contexto sensible para la liga, que ha reforzado sus protocolos de comportamiento tras incidentes similares en años pasados. La NFLPA, en cambio, solicitó un proceso justo y pidió que se tomen en cuenta los esfuerzos de rehabilitación del jugador antes de determinar cualquier sanción oficial.
En redes sociales, las reacciones han sido mixtas. Algunos fans exigen una suspensión ejemplar; otros, en cambio, piden comprensión y destacan que Addison ha asumido su error. Lo cierto es que, en un deporte que glorifica la velocidad y la potencia, los descuidos fuera del campo pueden costar más que un mal pase: pueden arruinar carreras.