Iga Swiatek, campeona de cinco torneos de Grand Slam, y Jannik Sinner, actual defensor del título del Abierto de Australia, han estado en el centro de controversias relacionadas con casos de dopaje que, aunque esclarecidos, dejaron cicatrices personales y profesionales.
Swiatek, quien dio positivo en una prueba fuera de competencia en agosto, describió el proceso como “el peor momento de mi vida”. Según la Agencia Internacional de Integridad del Tenis (ITIA), su muestra contenía trazas contaminadas de un medicamento para dormir, lo que resultó en una suspensión de un mes. Aunque se resolvió rápidamente, Swiatek compartió el impacto emocional y la preocupación sobre cómo sería percibida por sus colegas: “Siempre trabajé para ser un buen ejemplo. No tener control sobre este caso realmente me asustó”.
Por su parte, Sinner enfrentó una situación similar tras dar positivo en marzo por cantidades mínimas de un esteroide anabólico. La ITIA aceptó su explicación de que la exposición se debió a un masaje con crema contaminada realizado por un entrenador. Aunque fue exonerado en agosto, el caso llegó a la luz pública justo antes de que ganara el Abierto de Estados Unidos. Ahora, enfrenta una apelación de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), cuya audiencia será en abril.
“Es imposible ignorarlo, está en mi mente”, dijo Sinner en conferencia de prensa previa al Abierto de Australia.
Ambos han implementado medidas adicionales para evitar futuros inconvenientes. Swiatek, por ejemplo, conserva muestras de sus medicamentos para análisis futuros.