CHRISTIAN HORNER DEJA RED BULL TRAS MESES DE TENSIÓN INTERNA

Milton Keynes, Reino Unido — 9 de julio de 2025

En un giro inesperado, Christian Horner ha dejado su cargo como director de equipo de Red Bull Racing, poniendo fin a una era que comenzó en 2005 y que estuvo marcada por nueve campeonatos de constructores y once de pilotos, todos ganados en torno a figuras como Sebastian Vettel y, más recientemente, Max Verstappen. La salida fue anunciada este miércoles a través de un escueto comunicado del equipo, que agradeció su “dedicación, liderazgo y logros sobresalientes” sin ofrecer mayores detalles sobre las razones de su partida.

“La organización está en proceso de reestructuración y consideramos que es el momento adecuado para hacer una transición”, señala el comunicado, sin especificar si Horner renunció o fue destituido. Sin embargo, fuentes internas citadas por medios británicos afirman que su salida responde a una acumulación de tensiones internas que habrían alcanzado su punto máximo tras el escándalo de principios de año relacionado con su conducta dentro del equipo.

Cabe recordar que en febrero de este mismo año, Horner fue objeto de una investigación interna por presuntas conductas inapropiadas hacia una empleada del equipo, lo que derivó en una ola de rumores, filtraciones y presiones externas. Aunque fue exonerado formalmente, la controversia debilitó su imagen y dejó a la cúpula de Red Bull dividida entre quienes pedían su salida y quienes seguían respaldando su gestión.

“Esta decisión no ha sido fácil, pero creo que es lo mejor para el equipo”, habría declarado Horner en una reunión privada con altos ejecutivos, según reveló el medio alemán Auto Motor und Sport. “Red Bull merece estabilidad y unidad en un momento tan competitivo de la Fórmula 1”.

Con la salida de Horner, el futuro inmediato del equipo austriaco queda en manos del director técnico Pierre Waché, quien asumirá funciones interinas hasta que se anuncie un reemplazo definitivo. Esta decisión llega en un momento de vulnerabilidad para Red Bull, cuyo dominio ha comenzado a resquebrajarse tras una primera mitad de temporada 2025 más disputada de lo esperado.

UNA ESTRUCTURA CENTRADA EN MAX VERSTAPPEN

La salida de Horner reabre el debate sobre la manera en que Red Bull ha operado en torno a Max Verstappen en los últimos años. Desde que el piloto neerlandés se consolidó como estrella del equipo en 2016, el entorno de Milton Keynes ha girado casi exclusivamente en torno a sus intereses, con decisiones estratégicas y deportivas que, para muchos, han marginado al resto del equipo.

Un ejemplo claro es el caso de Sergio “Checo” Pérez, quien desde su llegada en 2021 ha estado bajo constante presión para desempeñar un rol subordinado. “Mi trabajo es ayudar al equipo, y eso significa respaldar a Max cuando sea necesario”, dijo Pérez en 2023 tras una polémica orden de equipo en el GP de Hungría. Sin embargo, esa subordinación ha sido objeto de críticas, sobre todo cuando el mexicano mostró ritmo competitivo que fue sistemáticamente contenido por decisiones internas.

La tendencia también se ha visto reflejada en las renovaciones de contratos y desarrollo de monoplazas. Mientras Verstappen tiene asegurado su lugar hasta 2028 con cláusulas de poder inusuales para un piloto, el asiento secundario ha sido un carrusel de incertidumbre. Analistas como Peter Windsor han apuntado que “Red Bull ya no es un equipo; es una plataforma para Verstappen”, sugiriendo que cualquier otra figura está sujeta a su sombra.

ANÁLISIS: ¿CRISIS DE IDENTIDAD EN RED BULL?

La salida de Horner podría ser apenas el inicio de una redefinición más profunda en Red Bull Racing. Al priorizar la figura de Verstappen por encima de la estructura colectiva, la escudería ha hipotecado su equilibrio interno. La marginación de talentos como Daniel Ricciardo, la presión constante sobre Pérez, y el evidente veto de cualquier piloto que pudiera representar una amenaza para el tricampeón, reflejan una cultura donde el liderazgo técnico se ha diluido en torno a un solo nombre.

¿Podría esta salida alterar la permanencia de Verstappen en el equipo? El neerlandés, quien ha tenido en Horner uno de sus principales aliados, fue consultado tras la noticia y se limitó a decir: “Christian fue clave en mi carrera. Verlo irse no es fácil. Veremos qué sigue”.

Por ahora, Red Bull se enfrenta a una doble encrucijada: defender sus títulos en pista y reconstituir su estructura fuera de ella. Lo cierto es que la era Horner ha llegado a su fin, y con ella, tal vez también una forma de entender la Fórmula 1 basada más en el control que en el equilibrio.

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