Mientras los Philadelphia Eagles celebraban su triunfo en el Super Bowl en el Superdome, los Kansas City Chiefs ya comenzaban a pensar en el futuro. Con una derrota contundente de 40-22, el sueño del tricampeonato se esfumó y ahora el equipo enfrenta una temporada baja llena de incertidumbre y posibles cambios importantes.
Los Chiefs tienen 28 jugadores que serán agentes libres, entre ellos figuras clave en sus recientes campeonatos. Además, Travis Kelce, pilar ofensivo y futuro miembro del Salón de la Fama, aún no decide si continuará su carrera o si pondrá fin a su trayectoria en la NFL. Patrick Mahomes, quien sufrió seis capturas y lanzó dos intercepciones en la final, reconoció la necesidad de mejorar y recalibrar el equipo.
En el aspecto ofensivo, Kansas City tendrá que replantear su cuerpo de receptores. Rashee Rice regresará tras una lesión, y Xavier Worthy finalizó el Super Bowl con 157 yardas y dos anotaciones. Sin embargo, Marquise Brown, DeAndre Hopkins, JuJu Smith-Schuster, Mecole Hardman y Justin Watson podrían no continuar en el equipo.
Uno de los mayores desafíos será la línea ofensiva. Trey Smith será agente libre y su permanencia dependerá del tope salarial, mientras que la posición de tackle izquierdo sigue siendo un problema sin resolver. La defensa, por otro lado, podría mantenerse prácticamente intacta, ya que los coordinadores Matt Nagy y Steve Spagnuolo no recibieron ofertas para puestos de entrenador en jefe.
Además de la reestructuración del equipo, los Chiefs enfrentan decisiones clave sobre el futuro del Arrowhead Stadium. Con una propuesta de impuesto rechazada el año pasado, el equipo debe evaluar si renueva sus instalaciones o construye un nuevo estadio con techo retráctil, lo que podría convertir a Kansas City en sede de futuros Super Bowls y Final Fours.