LOS ÁNGELES, 29 de agosto de 2025 — El corredor de apuestas Mathew Bowyer, vinculado al escándalo financiero que sacudió la carrera del astro japonés Shohei Ohtani, fue sentenciado este jueves a 12 meses y un día de prisión federal, tras ser hallado culpable de operar un sistema de apuestas ilegales y facilitar un fraude multimillonario. La decisión judicial cierra uno de los capítulos más oscuros en la historia reciente del béisbol profesional.
La condena se produce más de un año después de que se revelara que Ippei Mizuhara, exintérprete de Ohtani, robó cerca de 17 millones de dólares de las cuentas personales del jugador para pagar deudas generadas en el circuito de apuestas ilegales que dirigía Bowyer. Aunque el ahora condenado no participó directamente en el robo, las autoridades determinaron que su actividad fue clave para que el fraude se llevara a cabo.
Durante la audiencia, la fiscal federal E. Martin Estrada señaló que Bowyer “no solo organizó apuestas ilegales, sino que ayudó a encubrir un robo que puso en riesgo la reputación de uno de los atletas más importantes del mundo”. Las autoridades subrayaron que, si bien Bowyer no sabía inicialmente que el dinero provenía de Ohtani, posteriormente fue cómplice al no reportar el origen ilícito de los fondos.
Bowyer, quien cooperó con la investigación tras su arresto, logró una sentencia reducida al comprometerse a pagar una restitución de 1.6 millones de dólares y aceptar los cargos de lavado de dinero, evasión fiscal y operación de un negocio ilegal. La justicia determinó que el acusado comenzará a cumplir su condena a partir del 10 de octubre, seguida de dos años de libertad supervisada.
Desde el entorno de Shohei Ohtani se emitió un breve comunicado tras la sentencia, en el que se agradece a las autoridades por su trabajo. “Shohei está concentrado en su carrera profesional y agradecido con las autoridades por llevar este caso a una resolución justa y transparente”, señalaron sus representantes legales. El jugador ha evitado hacer declaraciones públicas sobre el tema, pero su defensa insistió en que “fue víctima de una traición devastadora” y que “nunca tuvo conocimiento ni participación en ninguna actividad de apuestas”.
Este caso provocó un fuerte sacudón institucional en la MLB, que desde entonces ha reforzado los controles financieros y las normas internas de conducta. El comisionado de la liga, Rob Manfred, calificó el episodio como “una llamada de atención para toda la liga” y aseguró que “la oficina del comisionado continuará cooperando con el Departamento de Justicia en todo lo que sea necesario para evitar que algo así vuelva a ocurrir”.
Aunque la sentencia a Bowyer representa el cierre parcial del caso, el juicio contra Mizuhara —quien ya se declaró culpable— aún está pendiente. El proceso podría arrojar más detalles sobre el alcance del engaño y las fallas de supervisión que lo permitieron. Mientras tanto, Ohtani sigue enfocado en su temporada con los Los Angeles Dodgers, decidido a que su legado deportivo no quede opacado por uno de los escándalos más insólitos del béisbol moderno.