El Gran Premio de China dejó un golpe duro para Ferrari: Lewis Hamilton y Charles Leclerc fueron descalificados tras la carrera por infracciones técnicas en sus monoplazas. El británico no cumplió con la altura mínima de la carrocería, mientras que el monegasco cayó por debajo del peso mínimo reglamentario.
El equipo italiano calificó la situación como un error sin intención de sacar ventaja y aseguró que trabajará para evitar futuras sanciones. Sin embargo, la doble exclusión genera dudas sobre los procedimientos internos de Ferrari y el rendimiento de sus autos de cara al próximo Gran Premio de Japón.
Mientras tanto, McLaren sigue en ascenso con Oscar Piastri llevándose la victoria y Lando Norris en segundo lugar. Su ventaja en el manejo de neumáticos les ha permitido destacarse en el campeonato, con George Russell (Mercedes) completando el podio.
El dominio del equipo británico refuerza la estrategia de sus “reglas de papaya”, permitiendo que ambos pilotos compitan sin restricciones significativas. Norris intentó presionar a Piastri en China, pero nunca logró alcanzarlo.
Por otro lado, Red Bull enfrenta dificultades con Liam Lawson, quien terminó último tanto en la sprint como en la carrera principal. Su rendimiento ha puesto en duda su continuidad, y Yuki Tsunoda podría ser su reemplazo antes del GP de Japón.
Uno de los mayores avances en Shanghái lo tuvo Haas, que pasó de estar al fondo de la parrilla en Australia a sumar 14 puntos en China gracias a Esteban Ocon (5º) y Oliver Bearman (8º).
Con el GP de Japón en el horizonte, Ferrari deberá resolver sus problemas técnicos, McLaren buscará consolidar su dominio y Red Bull podría tomar decisiones drásticas en su alineación. La Fórmula 1 sigue al rojo vivo.