Frente a una multitud encendida en la cancha central de Roland Garros, Loïs Boisson, de 22 años, firmó una de las sorpresas del torneo al vencer 7-6(6), 6-3 a la rusa Mirra Andreeva, sexta sembrada, y avanzar a las semifinales del Abierto de Francia.
La francesa, que ingresó al torneo con un comodín, se convirtió en la primera jugadora en llegar a semifinales en su debut en un Grand Slam desde 1989, cuando lo hicieron Monica Seles y Jennifer Capriati en este mismo torneo. Además, es la francesa más joven en alcanzar una semifinal de Grand Slam desde Amélie Mauresmo en Wimbledon 1999.
El primer set fue una montaña rusa emocional y táctica. Boisson fue quebrada dos veces pero logró recuperarse con tenacidad, mientras el público coreaba su nombre y convertía cada punto en una batalla emocional. Andreeva, de apenas 17 años, desperdició una ventaja de 5-3 y terminó cediendo el set en el desempate tras cometer dos errores no forzados consecutivos de revés.
En el segundo set, Andreeva tomó una ventaja de 3-0, pero Boisson reaccionó con autoridad, guiada por su revés cruzado y el impulso de la afición. La rusa perdió el control tras errar una volea sencilla, golpear una pelota con frustración hacia las gradas y discutir con el árbitro. Una doble falta le costó el quiebre definitivo y el partido se le escapó.
La francesa disputará ahora su primera semifinal de Grand Slam con la confianza en alto y el público completamente de su lado.