Este jueves, los Denver Broncos y los Los Ángeles Chargers se enfrentarán en un crucial partido divisional que podría determinar sus destinos de cara a los playoffs de la NFL. Broncos (9-5), que vienen de una racha de cuatro victorias consecutivas, necesitan un triunfo en el SoFi Stadium para clasificar a la postemporada por primera vez desde 2015. Con una victoria cortaría una sequía de ocho años sin apariciones en postemporada.
Por otro lado, los Chargers (8-6), que atraviesan una difícil racha con tres derrotas en sus últimos cuatro partidos, necesitan un triunfo para aferrarse a sus aspiraciones de playoffs. Con una victoria, Los Ángeles garantizarían su clasificación a la postemporada, siempre que Miami e Indianápolis no consigan victorias. “Los últimos dos partidos se han sentido como partidos de playoffs, donde todo puede suceder. Depende de nosotros manejar ese ambiente”, comentó Herbert, quien aún se recupera de una lesión en el tobillo izquierdo.
Para Los Ángeles, que finalizarán la temporada con partidos como visitante contra Nueva Inglaterra y Las Vegas, el objetivo es barrer la serie contra los Broncos por primera vez desde 2010. Esto les daría el desempate en caso de que ambos equipos terminen la temporada con el mismo récord. Actualmente, los Chargers ocupan el séptimo puesto en la AFC, mientras que los Broncos se sitúan en el sexto lugar.
El partido, que ha sido trasladado a jueves por la noche, es parte de un nuevo formato experimental aprobado por la NFL, que permite mover hasta dos juegos de las semanas 13 a 17 a este horario. Este será el primer encuentro de la temporada que se celebra bajo este nuevo acuerdo.
Este partido es mucho más que un simple enfrentamiento divisional. Es un duelo entre dos equipos que luchan por mantenerse vivos en la carrera por los playoffs de la AFC, y cualquier error podría ser fatal para sus aspiraciones.