Oakland, EE. UU. — La novela del futuro estadio de los Athletics sigue generando titulares, esta vez por las dudas que han surgido sobre la viabilidad financiera del proyecto en Las Vegas. De acuerdo con reportes recientes, los costos iniciales del plan se han disparado, poniendo en entredicho el cronograma de construcción.
El proyecto, que inicialmente estaba presupuestado en 1,5 mil millones de dólares, ya enfrenta un sobrecosto estimado de 20% debido al alza de materiales y ajustes en el diseño arquitectónico. Esto ha encendido las alarmas entre legisladores de Nevada y en la propia MLB.
“Queremos transparencia total. No podemos aprobar fondos adicionales sin un plan claro y sostenible”, declaró la senadora estatal Rochelle Nguyen, una de las voces más críticas con el manejo financiero del estadio.
La situación genera aún más tensión considerando que el traslado de los Athletics de Oakland a Las Vegas ha sido ampliamente cuestionado por los aficionados. Muchos seguidores del equipo han acusado a la directiva de priorizar intereses económicos sobre el legado deportivo.
El comisionado de la MLB, Rob Manfred, se mostró optimista, aunque admitió los retos: “Toda gran obra enfrenta obstáculos, pero confiamos en que la organización y la ciudad de Las Vegas cumplirán con lo pactado”.
Sin embargo, expertos financieros han advertido que un retraso significativo podría afectar no solo al equipo, sino también a la credibilidad de la liga. “Un estadio moderno es clave para la expansión y el crecimiento de la MLB, pero no a cualquier costo”, opinó un analista de ESPN.
En Oakland, la incertidumbre ha generado sentimientos encontrados. Mientras algunos fans ven la mudanza como inevitable, otros insisten en que el equipo aún podría mantenerse en California con un nuevo acuerdo local.
Por ahora, el futuro de los Athletics se mantiene en suspenso, atrapado entre la esperanza de un estadio de última generación y la sombra de un proyecto financiero que amenaza con desmoronarse antes de comenzar.