Este domingo 13 de julio de 2025, el Chelsea se coronó campeón en la final del Mundial de Clubes celebrada en el MetLife Stadium de Nueva Jersey, tras golear 3‑0 al París Saint‑Germain ante una multitud de 80 000 espectadores. El equipo inglés, dirigido por Enzo Maresca, consolidó su dominio en el torneo con un rendimiento sobresaliente desde la fase de grupos hasta la gran final.
El triunfo del Chelsea fue contundente: Cole Palmer abrió el marcador con un doblete, mientras que João Pedro selló el resultado con un gol de gran factura. El partido se inclinó definitivamente a favor de los londinenses tras la expulsión de João Neves a los 40 minutos del segundo tiempo por una dura falta, dejando al PSG con un jugador menos en la recta decisiva.
El PSG llegaba sólido a la final, tras haber arrasado al Real Madrid en semifinales con un 4‑0 y encadenar goleadas ante Inter Miami y Bayern Múnich. Sin embargo, la ambición del conjunto parisino no fue suficiente ante la solidez defensiva y precisión ofensiva del Chelsea.
Previo al partido, el técnico del PSG, Luis Enrique, había destacado la versatilidad de su equipo y el esfuerzo realizado bajo condiciones extremas de calor; también comparó favorablemente su proyecto con el del Madrid, y mencionó que jugadores como Dembélé habían superado los cien goles en la temporada. No obstante, tras la derrota, se vivió una tensa escena en el campo: el entrenador español se acercó de forma agresiva a João Pedro, lo que provocó un intercambio hostil entre los vestuarios.
Con este triunfo, el Chelsea levantó su segundo Mundial de Clubes en la historia del club, sumándose al título obtenido en 2021. Además, al ganar el torneo embolsaron hasta 40 millones de dólares adicionales, incrementando sus ganancias acumuladas en el evento a más de 45,6 millones.
Este torneo, que marcó su primer edición con formato ampliado a 32 equipos, confirmó su éxito en términos de audiencia y negocio: la FIFA reportó una inversión de 2 500 millones de euros y una audiencia global millonaria, respaldando el plan de celebrarlo cada cuatro años.
En resumen, el Chelsea se alzó con un título de manera brillante, mostrando equilibrio táctico y contundencia ofensiva. El PSG, pese a su historial dominante y los elogios a su estilo, se quedó corto. El Mundial de Clubes ratifica su lugar en el calendario futbolístico y nos prepara para una próxima edición en 2029, con expectativas de nuevos duelos entre Europa y el resto del mundo.