Ciudad de México, mayo de 2025 – Mientras muchos esperaban que la ausencia de Sergio “Checo” Pérez de la Fórmula 1 en 2025 afectara su visibilidad y relevancia, lo cierto es que su marca personal ha crecido de manera impresionante. A pesar de no participar en la temporada actual, su influencia y poder económico se mantienen sólidos, desafiando las expectativas y colocando a Pérez como un ejemplo de cómo un piloto puede trascender los límites de la pista para convertirse en una figura de negocio de talla global.
La ausencia de Checo y su impacto en su marca
Aunque para muchos la noticia de su “descanso” temporal en la F1 parecía una caída en su carrera deportiva, Checo Pérez ha utilizado este tiempo para diversificar su imagen y sus inversiones. A través de una estrategia de marca basada en la autenticidad, el trabajo comunitario y la innovación, ha logrado fortalecer su presencia fuera de la pista.
En 2025, Pérez ha ampliado su presencia en diferentes sectores económicos. La marca “Checo Pérez” se ha diversificado con inversiones en tecnología automotriz, una línea de ropa deportiva, un emprendimiento en el mundo de la energía renovable, y patrocinios que lo colocan como uno de los atletas mejor remunerados, incluso sin competir en la F1.
Datos interesantes: el poder de la marca Checo
A pesar de no competir en la Fórmula 1 este año, Checo Pérez sigue siendo uno de los pilotos más influyentes del deporte. Según un informe de Forbes, su valor de marca se estima en más de 80 millones de dólares en 2025, una cifra considerable si se compara con otros pilotos que siguen activos en la F1, como Charles Leclerc o Lando Norris, quienes rondan los 60 millones y 50 millones, respectivamente.
Su línea de ropa, lanzada en 2024, ha generado ingresos cercanos a los 15 millones de dólares en su primer año de funcionamiento, un éxito rotundo considerando que el mercado de la moda para deportistas no siempre es fácil de penetrar. Además, su involucramiento en el mundo de la tecnología automotriz con Checo AutoTech, una startup de vehículos eléctricos, ha generado una inversión de 25 millones de dólares en su primer ciclo.
Comparación con otros pilotos y marcas
En comparación con otros pilotos que también han intentado establecerse como marcas fuera de las pistas, Checo ha demostrado una capacidad para diversificar su imagen con mayor eficacia. Mientras que Lewis Hamilton ha sido pionero en establecerse como una figura de moda con su línea Tommy Hilfiger y su inversión en el mercado del bienestar, y Max Verstappen ha tomado fuerza con su incursión en la creación de contenido digital, Checo ha destacado por su enfoque en la sostenibilidad y la innovación tecnológica.
La diferencia radica en la autenticidad que Pérez ha cultivado con su audiencia, en especial con la comunidad latina. Su imagen como un héroe nacional que ha trascendido los límites del automovilismo ha sido clave para establecer una conexión más profunda con su base de seguidores, lo cual se traduce en un notable impacto en sus acuerdos de patrocinio. Empresas como Telmex, Claro y Aeroméxico continúan apoyándolo fuertemente, reconociendo su potencial no solo como piloto, sino como un embajador de la cultura mexicana a nivel global.

El futuro de Checo Pérez: ¿un regreso triunfal a la F1?
A pesar de su éxito económico, Checo ha dejado claro que su deseo de regresar a la Fórmula 1 sigue intacto. Aunque en 2025 no se encuentra compitiendo, su vinculación con la Fórmula 1 no ha desaparecido. Diversas fuentes cercanas a Red Bull han insinuado que su regreso podría ser posible en 2026, cuando el equipo realice ajustes en su alineación de pilotos. Mientras tanto, Pérez continúa siendo una de las figuras más visibles del automovilismo, participando en eventos de promoción y colaborando con proyectos innovadores que lo mantienen en la cima.
En resumen, la ausencia de Sergio Pérez de la Fórmula 1 en 2025 no ha sido un obstáculo para su crecimiento económico y de marca. A través de un enfoque estratégico en la diversificación de sus inversiones y su imagen personal, ha logrado consolidarse como una figura global que va más allá de su habilidad al volante. Su éxito fuera del deporte es un ejemplo claro de cómo los pilotos modernos pueden maximizar su influencia y construir legados sólidos más allá de los circuitos.
El futuro de Checo Pérez parece aún brillante, no solo en el automovilismo, sino como un empresario y figura pública influyente, demostrando que su impacto no depende exclusivamente de su presencia en la pista.
