Soto regresa a Queens luchando con­tra la inde­ci­sión en el plato

Dan Martín para el NY POST

El vier­nes por la noche, Juan Soto jugará su par­tido número 50 como Met.
Para todos los inte­re­sa­dos, los Mets tie­nen que espe­rar que los pró­xi­mos 50 sean mejo­res que los pri­me­ros. De lo con­tra­rio, la dura reac­ción que Soto reci­bió de la mul­ti­tud del Yan­kees Sta­dium podría cru­zar al Citi Field.
Hasta ahora, los fie­les de Queens han sido en su mayo­ría soli­da­rios, pero des­pués de salir de la vorá­gine del Yan­kee Sta­dium, Soto tuvo otra serie difí­cil con­tra los Medias Rojas, que incluyó no hacer swing en los pri­me­ros siete lan­za­mien­tos que vio en pon­ches con­se­cu­ti­vos con­tra el zurdo Garrett Cro­chet.
“Se ve incó­modo, como si no supiera qué hacer”, dijo el jue­ves un caza­ta­len­tos de la Liga Nacio­nal que vio a Soto en Bos­ton. “Siem­pre ha sido cono­cido por su pacien­cia . Es una gran parte de lo que lo hace tan espe­cial. Pero esto no fue pacien­cia. Esto pare­cía más una inde­ci­sión.”
Su punto cul­mi­nante prin­ci­pal en la vic­to­ria del miér­co­les fue el ele­vado de sacri­fi­cio de 104 mph al cen­tro con las bases lle­nas, que fue mejor que la mayo­ría de sus otros tur­nos al bate con­tra Bos­ton, pero difí­cil­mente motivo de cele­bra­ción.
Y en cuanto a la falta de agre­sión de Soto en el plato, ha lan­zado el pri­mer lan­za­miento en cada una de sus últi­mas 11 apa­ri­cio­nes en el plato. Los lan­za­do­res pare­cen haberse dado cuenta y cons­tan­te­mente se están ade­lan­tando a Soto — quien no ha tenido un juego de múl­ti­ples hits desde el 9 de mayo, cuando conectó su ter­cer jon­rón en dos jue­gos en uno de los pocos pun­tos bri­llan­tes de la tem­po­rada.
En los 10 jue­gos pos­te­rio­res a ese último jon­rón, anotó 5 de 35 (.143) sin extra­ba­ses.
“Tie­nes la sen­sa­ción de que está bus­cando bases por bolas en este momento”, dijo el caza­ta­len­tos de la Liga Nacio­nal. “Ese no es el caso cuando está haciendo lan­za­mien­tos cuando le va bien. Parece que está bus­cando.”
Esto de la estre­lla que ape­nas pasó un día luciendo un poco incó­modo en su única tem­po­rada con los Yan­kees.
Los caza­ta­len­tos creen que su swing no ha cam­biado y que su falta de éxito se debe más al acer­ca­miento que a otra cosa.
Como su agente, Scott Boras, le dijo a Joel Sher­man del Post a prin­ci­pios de este mes, “Nuevo equipo, con­trato de fran­qui­cia, hay un pro­ceso de acli­ma­ta­ción. Cuando eres un juga­dor con­cien­zudo como lo son los juga­do­res fran­qui­cia, tie­nes una expec­ta­tiva, y esa es una expec­ta­tiva con la que no has lidiado en nin­gún momento de tu carrera.”

Cual­quiera sea la razón, mien­tras los Mets espe­ran a que apa­rezca su juga­dor de 7 765 millo­nes, el con­traste con su pro­duc­ti­vi­dad con los Yan­kees es mar­cado en una varie­dad de for­mas. Por ejem­plo, solo 14 juga­do­res tie­nen un OPS peor con corre­do­res en posi­ción de ano­tar que Soto .465. Fue de 1.143 la tem­po­rada pasada, solo por detrás de su enton­ces com­pa­ñero de equipo Aaron Judge y Bobby Witt Jr. de Kan­sas City.
Qui­zás un regreso a Citi Field ayude, siem­pre que no sea hos­til.
O tal vez enfren­tar a los Dod­gers cam­peo­nes de la Serie Mun­dial pon­drá a Soto en mar­cha. Aun­que no fue el caso en El Bronx durante el fin de semana, Soto estuvo típi­ca­mente en su mejor momento la tem­po­rada pasada cuando las luces bri­lla­ban más, ya que ayudó a lle­var a los Yan­kees a los pla­yoffs.
Mien­tras tanto, Soto puede mirar a otros gran­des nom­bres que comen­za­ron len­ta­mente con la lle­gada de sus Mets solo para ver cam­biar su suerte even­tual­mente.
Fran­cisco Lin­dor fue abu­cheado en este momento de su pri­mer año en Queens, durante una aper­tura aún más fea de su carrera con los Mets cuando estaba luchando solo para que sus OPS lle­ga­ran .500
Sin embargo, desde el 6 de mayo hasta el final de esa tem­po­rada, Lin­dor tuvo un OPS de .802. Aún así, real­mente no sur­gió como can­di­dato al MVP hasta la segunda mitad del año pasado.
Car­los Bel­trán sufrió posi­ble­mente su peor tem­po­rada en el plato hasta ese momento en 2005, su pri­mer año con los Mets. Luego esta­lló con su mejor tem­po­rada en el ’06, cuando ter­minó con un .982 ope­ra­cio­nes, segui­das de dos tem­po­ra­das más exce­len­tes antes de que las lesio­nes comen­za­ran a pasar fac­tura.
Incluso Mike Piazza, cuyos núme­ros gene­ra­les fue­ron muy bue­nos con los Mets des­pués de ser can­jeado por los Mar­lins en mayo de 1998, lo escu­chó de los fie­les Mets ese agosto en el Shea Sta­dium debido a sus pro­ble­mas con corre­do­res en posi­ción de ano­tar. Al final de la tem­po­rada, se los había ganado con algu­nos gol­pes deci­si­vos y firmó un lucra­tivo con­trato y el resto es his­to­ria.
Un gran golpe, o unos pocos, con­tra los Dod­gers este fin de semana podría cam­biar rápi­da­mente la tra­yec­to­ria de la carrera de Soto con los Mets.

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