La edición 2025 de la Liga de Campeones ha roto todos los pronósticos. Paris Saint-Germain e Inter de Milán serán los protagonistas de la gran final europea que se disputará el 31 de mayo en el Allianz Arena de Múnich.
Ni Real Madrid con Mbappé, ni los poderosos clubes de la Premier League, ni el Bayern de Kane, ni el Barcelona renacido llegaron a la instancia decisiva. En su lugar, dos equipos con menos reflectores pero con ideas claras y propuestas sólidas se han abierto paso con autoridad hasta el partido por el título.
Para el PSG, esta final marca un punto de quiebre en su historia. Tras años de inversiones millonarias y fracasos europeos, el conjunto parisino ha encontrado en la colectividad y el trabajo táctico su nueva identidad. Ya sin Kylian Mbappé en sus filas y tras clasificar con lo justo en la fase de liga, el equipo dirigido por Luis Enrique se reinventó para eliminar a cuatro clubes ingleses: Liverpool, Aston Villa, Arsenal y, en un golpe clave, al Manchester City.
Por su parte, el Inter de Milán llega a su segunda final en tres años, repitiendo la fórmula que lo llevó a disputar el título en 2023. Sin figuras rutilantes pero con un grupo sólido y disciplinado, los de Simone Inzaghi dejaron en el camino a Feyenoord, Bayern Múnich y Barcelona. Su defensa ha sido una de las más férreas del torneo, permitiendo apenas un gol en la fase de liga.
Será un duelo inédito en la Champions League entre dos gigantes con sed de gloria. El PSG busca su primera Orejona; el Inter, su cuarta.