Aaron Rodgers, uno de los mariscales de campo más destacados en la historia reciente de la NFL, ha dejado claro que su decisión sobre un posible regreso para su temporada número 21 no llegará pronto. En declaraciones recientes para “The Pat McAfee Show”, el veterano quarterback explicó que su enfoque actual está lejos del emparrillado, y que su vida personal ha tomado prioridad.
Liberado por los New York Jets en marzo, Rodgers, de 41 años y ganador de cuatro premios MVP, ha sostenido conversaciones con varios equipos, incluidos los Pittsburgh Steelers y los Minnesota Vikings. No obstante, el jugador dejó claro que no tiene prisa por comprometerse con ningún equipo y negó rotundamente que esté esperando un gran contrato. “Diez millones por una temporada serían suficientes”, afirmó.
Rodgers, quien recientemente visitó discretamente las instalaciones de los Steelers, se reunió con el entrenador Mike Tomlin, el gerente general Omar Khan y otros miembros del staff. Aunque la visita fue considerada positiva, no se concretó ningún acuerdo. “Fue importante conocerlos y conocer la ciudad”, explicó.
Además de Pittsburgh, Rodgers ha mantenido contacto con el entrenador de los Vikings, Kevin O’Connell, y con Brian Daboll, head coach de los Giants, a quien elogió por su visión ofensiva. A pesar del creciente interés por su fichaje —especialmente con el Draft de la NFL a la vuelta de la esquina—, Rodgers asegura que no está apresurando su decisión ni sintiéndose presionado por los tiempos del mercado.
“Si algún equipo necesita seguir adelante, lo entiendo completamente. No le debo una decisión a nadie en este momento”, expresó el quarterback. El retiro, reconoció, también sigue siendo una opción viable.