Nikola Jokic sigue demostrando por qué es uno de los jugadores más dominantes de la NBA. El serbio logró el primer triple-doble de 30 puntos, 20 rebotes y 20 asistencias en la historia de la liga durante la victoria en tiempo extra de los Denver Nuggets por 149-141 sobre los Phoenix Suns.
El tres veces MVP finalizó la noche con 31 puntos, 21 rebotes y 22 asistencias, estableciendo un nuevo récord personal en este último rubro. Sin embargo, la hazaña no pareció sorprenderle demasiado. Minutos después del partido, Jokic se sentó en su casillero, viendo tranquilamente su teléfono. “No hice nada especial, simplemente todos estaban en ritmo”, comentó el pívot de 30 años.
Jokic alcanzó su triple-doble número 29 de la temporada con apenas 1:20 jugado en la segunda mitad. Desde el primer cuarto se perfilaba para una noche histórica, acumulando 10 puntos, seis asistencias y seis rebotes en los primeros 12 minutos. Para el descanso, ya tenía 13 puntos, nueve asistencias y ocho rebotes.
El entrenador de los Nuggets, Michael Malone, destacó la grandeza de su estrella. “No puedo describirlo. Es un jugador increíble y único en esta liga”, expresó. Su compañero Christian Braun también elogió su impacto: “Nunca verás algo así de nuevo, jamás”.
Con 149 triples-dobles en su carrera, Jokic sigue consolidándose como uno de los mejores pasadores en la historia de la NBA. Sus 22 asistencias en el partido son la mayor cantidad registrada por un pívot, aunque el récord general de 30 de Scott Skiles no parece ser una meta para él. “Tengo otros problemas que eso en este momento”, concluyó el serbio con su característico tono relajado.