Novak Djokovic ha expresado su preocupación por la falta de equidad en el sistema antidopaje del tenis, asegurando que muchos jugadores creen que existe favoritismo en el proceso. Sus declaraciones surgieron tras los recientes casos de Jannik Sinner e Iga Swiatek, quienes enfrentaron suspensiones por dopaje.
Sinner aceptó una sanción de tres meses por el uso del agente anabólico clostebol, mientras que Swiatek cumplió un mes de suspensión después de dar positivo por trimetazidina en 2024. Aunque Djokovic no acusó directamente a los jugadores de haber actuado de manera intencional, sí destacó las inconsistencias en el trato que recibieron por parte de la Agencia Internacional de Integridad del Tenis (ITIA).
“La mayoría de los jugadores no creen que el proceso sea justo. Parece que si eres un jugador de primer nivel y tienes acceso a los mejores abogados, puedes influir en el resultado”, señaló el serbio en el Abierto de Qatar.
El tenista de 37 años, cofundador de la Asociación de Jugadores Profesionales de Tenis (PTPA), subrayó la desconfianza generalizada hacia el sistema antidopaje. “El sistema y la estructura no están funcionando. Es el momento adecuado para revisarlo y encontrar un enfoque más justo”, agregó.
El caso de Sinner ha generado controversia, especialmente por el acuerdo alcanzado con la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), que aceptó su versión de que la sustancia prohibida provino de productos contaminados utilizados por su masajista. Además, el momento en que se anunció su sanción —justo antes del Masters de Roma y el Abierto de Francia— ha sido calificado como “conveniente” por exjugadores como Tim Henman.
Djokovic también comparó la rapidez con la que se resolvieron estos casos con las largas suspensiones impuestas a tenistas como Simona Halep y Tara Moore. “Hay muchas inconsistencias entre los casos. Algunas jugadoras menos conocidas han estado luchando por años para resolver su situación”, afirmó.