El Juego de Estrellas de la NBA 2024-25 presentó un cambio radical con un mini-torneo de cuatro equipos y tres juegos, en el que el primer equipo en llegar a 40 puntos se llevaba la victoria. Los OGs de Shaq fueron los ganadores de la competencia, pero más allá del resultado, la reacción al nuevo formato fue variada.
Para algunos jugadores, como Stephen Curry, este nuevo enfoque representa un paso en la dirección correcta para revitalizar el evento. “Puedes ajustarlo nuevamente el próximo año y ver qué cambios puedes hacer”, señaló el base de los Warriors. En contraste, otros como Anthony Edwards se mostraron indiferentes, argumentando que no sienten motivación para esforzarse en este tipo de partidos.
Las críticas también surgieron respecto a la inclusión del equipo Estrellas en Ascenso, compuesto por jugadores que no fueron seleccionados por aficionados, medios o entrenadores. Jayson Tatum expresó dudas sobre si este grupo debería formar parte del evento, argumentando que jugar el domingo por la noche es un honor reservado para los All-Stars tradicionales.
A nivel competitivo, algunos datos sugieren que hubo un ligero aumento en la intensidad defensiva en comparación con ediciones anteriores. Mientras que en 2023 los equipos lanzaron para un 56% de efectividad, este año la cifra bajó al 50%. Además, hubo más bloqueos en los primeros minutos del torneo que en todo el partido del año pasado.
Sin embargo, uno de los momentos más criticados llegó en la final, cuando el partido se detuvo por 18 minutos para rendir homenaje a la cadena TNT por sus 40 años transmitiendo la NBA. En redes sociales, muchos expresaron su descontento con esta interrupción, considerándola innecesaria.
Ahora, la NBA deberá analizar si este nuevo formato fue exitoso o si se requieren más ajustes. Las cifras de audiencia serán clave para determinar si los aficionados lo respaldaron o si es necesario otro cambio en el futuro.