Manchester City fue el club que más gastó en la ventana de transferencias de enero, desembolsando más de 223.58 millones de dólares en refuerzos, superando por sí solo la inversión combinada del resto de los equipos de la Premier League. Su fichaje más destacado fue el mediocampista español Nico González, procedente del Porto por 60 millones de euros. Además de González, el City sumó al defensa Abdukodir Khusanov (Lens) por 33 millones de libras, al delantero egipcio Omar Marmoush (Eintracht Frankfurt) por 59 millones de libras y al zaguero Vitor Reis (Palmeiras) por 29 millones de libras.
Mientras tanto, el lateral Kyle Walker dejó el club para unirse al AC Milan en calidad de préstamo. A diferencia del City, otros clubes de la Premier League mantuvieron un perfil bajo en el mercado de invierno. El líder Liverpool y el Arsenal, segundo en la tabla, no realizaron incorporaciones pese a las lesiones en sus plantillas.
El Aston Villa fue uno de los equipos con más movimientos al vender a Jhon Durán al Al-Nassr por 64 millones de libras y conseguir la cesión de Marcus Rashford (Manchester United) y Marco Asensio (PSG). Por su parte, el Tottenham reforzó su plantilla con la llegada del portero Antonin Kinsky (Slavia de Praga) y el préstamo de Mathys Tel (Bayern Múnich).
El Manchester United no concretó la llegada de un delantero y permitió la salida de Anthony al Real Betis. Brighton & Hove Albion sí apostó por nuevas piezas al fichar al paraguayo Diego Gómez (Inter de Miami) y al defensa griego Stefanos Tzimas.
Fuera de Inglaterra, el Paris Saint-Germain protagonizó el movimiento más destacado al fichar al georgiano Khvicha Kvaratskhelia (Napoli) por 70 millones de euros, asignándole la camiseta número 7 que dejó Kylian Mbappé. Además, vendió a Xavi Simons al RB Leipzig por 50 millones de euros.