Guangzhou FC, el club más exitoso del futbol chino, anunció su disolución este lunes debido a la imposibilidad de cumplir con sus obligaciones financieras. Esta decisión marca el fin de una era para el futbol de China, dejando un legado de títulos y un modelo de gasto que resultó insostenible.
En un comunicado, el club explicó que no pudo cumplir con los requisitos económicos establecidos por la Asociación de Fútbol de China, necesarios para competir en la temporada 2025. “Debido a las pesadas cargas financieras resultantes de temporadas anteriores, el club no pudo saldar toda la deuda antes de la fecha límite”, señaló Guangzhou. También expresó disculpas a sus seguidores y agradeció su apoyo a lo largo de los años.
Bajo la propiedad del gigante inmobiliario Evergrande, que adquirió el equipo en 2010, Guangzhou FC revolucionó el futbol chino. Contrató a figuras internacionales como Paulinho y entrenadores de élite como Marcello Lippi y Luiz Felipe Scolari. Durante su apogeo, ganó ocho títulos de la Superliga china entre 2011 y 2019, además de conquistar la Liga de Campeones de Asia en 2013 y 2015.
Sin embargo, los problemas financieros de Evergrande, que reportó deudas superiores a 300 mil millones de dólares en 2021, afectaron profundamente al club. La salida de jugadores clave y una reducción en la inversión llevaron al descenso del equipo a la segunda división en 2022.
La crisis no se limitó al Guangzhou FC. Ese mismo día, otros dos clubes chinos, Cangzhou Mighty Lions y Hunan Billows, también anunciaron su disolución. En respuesta, la Asociación de Fútbol de China subrayó la necesidad de sostenibilidad económica y mayor enfoque en el desarrollo juvenil para garantizar un futuro sólido para los clubes del país. De los equipos evaluados, 49 fueron considerados financieramente aptos para competir en las tres principales divisiones en 2025.