El tenista serbio Novak Djokovic confesó que aún experimenta sensaciones de ansiedad al llegar a Australia, tras el controversial episodio de su deportación en 2022 debido a su estado de no vacunación contra el COVID-19. En una entrevista con el diario Herald Sun de Melbourne, Djokovic admitió que el control de pasaportes y de inmigración sigue siendo un momento cargado de tensión.
“Tengo que ser sincero, todavía siento un poco de trauma cuando paso por inmigración”, afirmó el tenista de 37 años. “Me pregunto si la persona que revisa mi pasaporte me detendrá o me permitirá continuar”.
En 2022, Djokovic enfrentó una serie de conflictos legales y mediáticos al llegar al Abierto de Australia. Inicialmente, había obtenido una exención médica para competir, pero su visa fue cancelada tras llegar a Melbourne. Luego de varios días de detención en un hotel para inmigrantes, su caso fue revocado por el gobierno australiano alegando “interés público”. Esto resultó en su deportación y una posible prohibición de tres años para ingresar al país, una medida que posteriormente fue anulada.
Djokovic regresó en 2023, tras un cambio en el gobierno y las políticas de frontera de Australia, y consiguió una emotiva victoria en el Abierto de Australia, su décimo título en ese torneo. “Fue una de las victorias más especiales de mi carrera, especialmente después de lo que ocurrió el año anterior”, comentó el tenista, quien aseguró no guardar rencor por la situación.
Con la mente puesta en el Abierto de Australia 2025, Djokovic buscará su título número 25 de Grand Slam, un récord sin precedentes en la historia del tenis masculino. Además, el serbio comenzará esta temporada con un nuevo aliado en su equipo: el exjugador británico Andy Murray, quien será su entrenador durante el torneo.