El veterano mariscal de campo Aaron Rodgers se encuentra reflexionando mientras se acerca lo que podría ser su último partido como miembro de los Jets de Nueva York. A sus 41 años, y tras dos décadas en la NFL, el futuro de Rodgers sigue siendo incierto.
En una charla con periodistas, Rodgers admitió que el enfrentamiento contra los Miami Dolphins este domingo podría marcar el cierre de una etapa en su carrera, sin embargo, dejó claro que aún no está listo para tomar una decisión definitiva. “Necesito un descanso mental para despejarme y poner los pies en la arena. Después de eso, decidiré”, expresó.
Rodgers, quien llegó a los Jets en 2023 tras un intercambio con los Packers de Green Bay, revitalizó la esperanza de una franquicia ansiosa por volver al protagonismo en la NFL. Pero una lesión temprana y una temporada llena de altibajos rápidamente desinflaron las expectativas. Con un récord de 4-12, los Jets enfrentan cambios importantes, incluyendo la salida del entrenador Robert Saleh y el gerente general Joe Douglas.
El contrato de Rodgers, que incluye un salario base no garantizado de 2.5 millones de dólares y una bonificación opcional de 35 millones, será un factor clave en las decisiones de la organización. Por su parte, Rodgers reconoció que podría ser parte de los cambios que se avecinan, pero no descarta regresar si ambas partes están dispuestas a intentarlo nuevamente.